Tu Nueva Vida Saludable

Esa galletita después de la comida, el chocolatito de la tarde o las papitas de un martes cualquiera… todo cuenta. Y cuenta mucho más que solo un número en la báscula.

Cada bocado tiene un impacto en tu metabolismo y tu cuerpo responde a ello.

Muchas veces esos kilos de más no son únicamente “grasa acumulada”, sino una señal de cómo se está adaptando tu organismo a lo que le das:

✨ La retención de líquidos puede deberse al exceso de sodio de alimentos procesados.

✨ La inflamación abdominal que sentimos como “hinchazón” suele estar ligada a un consumo elevado de carbohidratos refinados.

✨ La fatiga constante, esa que resta energía cada día y afecta tu rendimiento, puede estar conectada con un exceso de azúcares simples.

✨ Dolores de cabeza o mareos pueden ser aviso de un bajo consumo de hierro.

✨ El reflujo y la acidez suelen relacionarse con grasas en exceso.

✨ Y el estreñimiento… casi siempre es falta de fibra, agua y/o movimiento.

Como ves, nuestras decisiones alimenticias hacen una gran diferencia. Lo triste es que muchas veces normalizamos los síntomas y aprendemos a vivir con ellos, sin darnos cuenta de que detrás está algo tan esencial como nuestra alimentación.

La buena noticia es que, al igual que esos pequeños hábitos poco saludables se notan en el cuerpo, también se nota cuando empezamos a nutrirnos de verdad.